jueves, 11 de febrero de 2010

Medios y Métodos por los que Dios nos habla

Anteriormente, estudiamos que Dios desea hablar hoy a cada uno de nosotros, y que lo hace por medio de nuestro espíritu renovado. Dijimos también, que las razones fundamentales por las cuales Él quiere hablarnos, son: que es su naturaleza y que anhela comunicarnos sus planes y sus propósitos.
Ahora, estudiaremos tres medios por los cuales Dios se revela y se comunica con su pueblo. Éstos son:

El oír
Cuando hablamos de oír, no es un oír físico, sino espiritual. Nuestro espíritu tiene un oído espiritual, al igual que nuestro cuerpo tiene un oído físico, y es un medio por el cual el Señor nos habla.

“13Cuando Elías lo oyó, se cubrió el rostro con el manto, salió y se puso a la puerta de la cueva. Entonces, le llegó una voz que le decía: ¿Qué haces aquí, Elías?”. 1 Reyes 19.13

El ver
Hablamos de ver en el espíritu, porque el Señor nos deja ver el mundo espiritual, y cuando esto sucede, podemos ver imágenes mentales, visiones y sueños.
“47Cuando Jesús vio a Natanael que se le acercaba, dijo de él: ¡Aquí está un verdadero israelita en quien no hay engaño! 48Le dijo Natanael: ¿De dónde me conoces?  Jesús le respondió: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi”. Juan 1.47, 48




El sentir
El sentir es una percepción interior, una intuición del Espíritu Santo dentro de nosotros; es un saber interior que no tiene nada que ver con un sentir físico o carnal, sino que es un testimonio interior, un sentir en nuestro espíritu.

“23...salvo que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio de que me esperan prisiones y tribulaciones. 24Pero de ninguna cosa hago caso ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios”. Hechos 20.23, 24

Cada creyente debe familiarizarse con la forma o el medio como Dios le habla. En mi caso, la mayor parte de las veces, el Señor me habla por medio del sentir y el ver, pero Dios le habla a cada creyente de forma diferente.

¿Cómo podemos estar seguros que estamos oyendo la voz de Dios?

Usted no puede identificar un billete de cien dólares falso si antes no se ha familiarizado con un billete genuino. El billete falso es detectado cuando se co-noce bien el genuino. De la misma manera, cuando un creyente conoce la voz de Dios, fácilmente puede identificar la voz del enemigo, porque está genuinamente familiarizado con la voz de Dios.

“3A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre y las saca. 4Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas lo siguen porque conocen su voz. 5Pero al extraño no seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños. 6Esta alegoría les dijo Jesús, pero ellos no entendieron qué era lo que les quería decir”. Juan 10.3 5

LOS ASESINOS DE LA FAMILIA: EL EXCESO DE COMPROMISOS Y EL AGOTAMIENTO FÍSICO

Una de las plagas que destruyen la familia es el exceso de compromisos y el agotamiento físico.
Estamos involucrados en tantos compromisos, en la escuela, en la universidad, en el trabajo, en la iglesia, en el deporte, en los negocios, que nos agotamos físicamente y no tenemos tiempo para nuestra familia.

¿Qué debemos hacer para vencer a este asesino?
Establecer prioridades en nuestra vida. La familia debe ser una prioridad, y por eso, debemos separar el tiempo para compartir con ella. Hay personas que tienen muchos compromisos y trabajan tanto que cuando se sientan a la mesa, no disfrutan ese tiempo con la familia ni la comida.

“1Si Jehová no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican; si Jehová no guarda la ciudad, en vano vela la guardia. 2Por demás es que os levantéis de madrugada y vayáis tarde a reposar, y que comáis pan de dolores, pues que a su amado dará Dios el sueño”. Salmo 127.1, 2

¿Cuáles deben ser nuestras prioridades de acuerdo al orden bíblico?

Nuestra relación con Dios. Antes de ir al trabajo, al negocio, a la escuela, debemos tener un tiempo de oración con Él, hablar con Él, porque de esa manera, nos dará la fortaleza para hacer todo en menos tiempo. Cuando ponemos a Dios en primer lugar, Él nos da la gracia para hacer el resto.

Nuestra relación con la familia. Después del Señor, debemos tener tiempo de calidad para compartir con nuestro cónyuge e hijos. Si la relación con ellos no se cultiva, no podremos sostener nuestro matrimonio.

La iglesia. Cuando hayamos cumplido con los dos anteriores, la siguiente prioridad es la iglesia: asistir, servir y contribuir con los dones, los talentos y el dinero, entre otros.
El trabajo. Desafortunadamente, para la mayoría de las personas, su prioridad es el trabajo; y por esa razón, todo está al revés en su vida; no existe un orden de prioridades en el hogar, y por esta causa, muchos hogares están destruidos

LAS EXCUSAS Y RESPUESTAS DEL HOMBRE FRENTE AL LLAMADO DE DIOS

Veamos siete excusas que algunos hombres pusieron frente al llamamiento del Señor y que son las mismas que ponemos hoy día:

1. Considerarse indigno
La primera respuesta de Moisés frente al llamado de Dios fue que él no era digno por sus faltas y debilidades. Como él también nosotros nos creemos indignos de ser llamados para cumplir ese propósito.
“11Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya al Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel?”.  Éxodo 3.11

2. Temor al rechazo
“1Entonces Moisés respondió y dijo: Ellos no me creerán, ni oirán mi voz, pues dirán: No se te ha aparecido Jehová”.  Éxodo 4.1
Moisés tenía temor que el pueblo de Israel lo rechazara y no lo escuchara. El rechazo es parte del éxito, y por eso, no todo el mundo nos va a recibir. Algunos nos van a rechazar, pero es no puede ser excusa para no cumplir nuestro llamado.

3. La excusa de la incredulidad
La tercera excusa de Moisés frente al llamado de Dios fue la duda de su llamado. Él pensó que el pueblo de Israel no le iba a oír ni a creer. Cuando Dios pone un llamado sobre su vida, las personas lo escucharán porque usted siempre tendrá algo que decir o un mensaje que dar. Dios le dará la gracia para que las personas lo quieran escuchar y, además, le dará un pueblo al cual hablarle.
En respuesta a las excusas de Moisés, Dios le da tres señales:
• La vara se convierte en serpiente (Éxodo 4.2).
• Su mano se volvió leprosa (Éxodo 4.6). 
• El agua se convirtió en sangre Éxodo 4.8, 9.
Dios confirmará su llamado con señales convincentes de que Él está con usted y que su llamado es genuino. Si usted tiene dudas con respecto a su llamado, pídale al Señor que le confirme con señales físicas y sobrenaturales cuál es su propósito, y Él lo hará.

4. La excusa de no poder hablar
“10Entonces dijo Moisés a Jehová: ¡Ay, Señor! Nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes ni desde que tú hablas con tu siervo, porque soy tardo en el habla y torpe de lengua”. Éxodo 4.10
La respuesta de Dios a Moisés fue:
“11Y Jehová le respondió: ¿Quién dio la boca al hombre? ¿O quién hizo al mudo y al sordo, al que ve al  ciego? ¿No soy yo Jehová?”. Éxodo 4.11

5. La excusa de la inferioridad
“13…¡Ay, Señor! Envía, te ruego, por medio del que debes enviar.”  Éxodo 4.13
A veces, le sugerimos a Dios que mejor envíe a otro, que en nuestro concepto, está más calificado que nosotros. Esto no es de quien corre sino del que Dios tiene misericordia.
6. La excusa de ser joven
“6Yo dije: ¡Ah, ah, Señor Jehová! ¡Yo no sé hablar, porque soy un muchacho! 7Me dijo Jehová: No digas: Soy un muchacho”, porque a todo lo que te envíe irás, y dirás todo lo que te mande”.  Jeremías 1.6, 7

7. La excusa del trasfondo familiar
“15Gedeón le respondió de nuevo: Ah, Señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo soy el menor en la casa de mi padre”. Jueces 6.15
La pregunta que yo le hago hoy es: ¿Cuál es su excusa frente al llamado de Dios? ¿Cómo le responderá al Señor cuando lo llame? ¿Está dispuesto a poner algo que usted ama en el altar?

La Paz

La palabra hebrea para paz es “shalom”, que significa “nada entre nosotros”. También, quiere decir perfecto, completo; seguridad, fortaleza, salud, tranquilidad, quietud, prosperidad, abundancia. Jesús vino a reconciliar al mundo con Dios.
20...y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz”.
Colosenses 1.20

Las tres dimensiones de la paz son:

1.   Paz con Dios: Es aquella paz que recibimos cuando aceptamos la justificación de nuestros pecados; al ser reconciliados con el Padre, nuestra relación con Él es restaurada

1Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; 2por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.”
Romanos 5.1, 2

2.   Paz con nuestro prójimo y con nuestro hermano: Es aquella paz que nos permite acercarnos a nuestro hermano sin paredes ni divisiones entre nosotros. Es la paz que, a través del fruto del amor, surge en cada uno de nosotros; pues ya no estamos buscando nuestro propio bien sino el de nuestro hermano.

3.   Paz con nosotros mismos: El hecho de haber sido justificados nos da paz interior. Ninguna persona puede tener paz consigo misma ni con los demás, si primero no tiene paz con Dios. Usted puede tener muchas posesiones terrenales pero si no tiene paz con Dios, de nada le sirven.

¿Cuál es la diferencia entre la paz que el mundo ofrece y la paz que Dios da?

v La paz del mundo depende de las circunstancias que nos rodean. La gente no tiene paz cuando pierde el control sobre los problemas.

v La paz de Dios viene como resultado de poner toda nuestra confianza en Él. Es una paz basada en nuestro pacto con Él, no en las circunstancias que nos rodean

19produciré fruto de labios: Paz, paz al que está lejos y al cercano, dijo Jehová; y lo sanaré. 20Pero los impíos son como el mar en tempestad, que no puede estarse quieto, y sus aguas arrojan cieno y lodo. 21No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos.” Isaías 57.19-21

Esperanza en tiempos de crisis

En tiempos de crisis no se puede hacer lo mismo que en tiempos de abundancia. Cuando enfrentamos una temporada de escasez, tenemos que cambiar nuestra forma de trabajar y de producir; una de las maneras que Dios ha diseñado para esto son las ideas creativas. Todos aquellos que son fieles y traen sus primicias a Dios y lo honran con su dinero, tienen derecho a recibir sus ideas creativas para resolver cualquier situación crítica, ya sea en la familia, en el negocio, en los estudios o en el trabajo.

Pero para que esto suceda, para que lo veamos y no lo perdamos, debemos pasar también, por un cambio de mentalidad y derrumbamiento de paradigmas. Tenemos que obrar de manera diferente porque los tiempos son otros.

El mundo tiene un paradigma acerca de los creyentes; piensa que son personas tontas, sin cerebro ni aspiraciones. Es más, yo pensaba así de los cristianos. Cuando no era creyente me reía de ellos. Pero esto no es así; especialmente ahora, Dios está levantando una generación diferente. A medida que empecé a involucrarme y predicar en las na-ciones, encontré que la verdad era otra. En todas las iglesias que he visitado, alrededor del mundo, he descubierto gente muy inteligente en todos los estratos sociales, gente de gobierno, gente de los círculos de negocios; gente de mente brillante: científicos, filósofos, médicos, abogados, escrito-res, deportistas, actores, generales de ejércitos, que ya eran cristianos o que están aceptando a Jesús como Señor y Salvador en esta época. He visto presidentes cristianos, senadores cristianos, grandes empresarios cristianos, y veo también cómo muchos creyentes que estaban atados por la religiosidad que no los dejaba estudiar, están siendo libres de ese pensamiento y se están preparando.

Hubo un tiem-po en que algunas iglesias predicaban que las universidades eran del diablo, porque enseñan a no creer en Dios; o argumentan que Cristo viene pronto, y que por eso mismo, no vale la pena perder el tiempo estudiando, etcétera. He visto a mucho pueblo de Dios salir de la mediocridad y buscar darle a Él lo mejor. ¡Los cristianos somos un pueblo inteligente!

Guillermo Maldonado

El Propósito de la Oración

Uno de los grandes problemas que he visto en el cuerpo de Cristo, es la falta de oración del pueblo de Dios. Las reuniones más pequeñas en las iglesias son las de oración. Una de las preguntas que nos hacemos al respecto es: ¿por qué las personas no oran? Creo que esto sucede por dos razones principales: 

1. Las personas no conocen el propósito de la oración.
 ¿Qué es el propósito? El propósito es la intención original por lo cual fue creado algo.
La primera razón por la que muchos creyentes no oran es que no saben el propósito por el cual Dios creó la oración. Cuando no se conoce el propósito de algo, se mal usa o no se tiene visión ni dirección.

2. Las personas no oran porque no tienen resultados positivos.
Al no conocer el propósito, automáticamente se pierde el sentido de la oración, y por tal razón, no tenemos buenos resultados, porque oramos mal.
Pero surgen más preguntas: ¿por qué debemos orar? Si Dios es poderoso y hace lo que Él quiere, ¿cuál es el propósito de la oración? ¿Por qué orar si Dios es soberano y hace lo que Él quiere? ¿Por qué orar si Dios no puede ser afectado por lo que hagamos? ¿Por qué orar si Dios lo sabe todo? ¿Por qué orar si Dios lo controla y lo predetermina todo? ¿Por qué orar si el enemigo ya fue vencido? ¿Por qué orar por los perdidos si es la voluntad de Dios que todos seamos salvos?
Dios es un Dios de propósitos. Todo lo que Él creó en la Tierra, incluyendo al hombre, fue creado para cumplir su propósito. Dios creó al hombre con tres propósitos principales:



1. El hombre fue creado para reflejar la naturaleza de Dios y tener comunión con Él.
26Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.” Génesis 1.26
Esto significa que fuimos creados para tener su naturaleza y su carácter moral. La manera de desarrollar esta imagen y este carácter de Dios, es por medio de nuestra íntima comunión con Él. Ningún ser humano puede estar satisfecho hasta que no logre tener una comunión íntima con Dios. Esto fue el propósito por el cual Dios nos creó, para que reflejemos su carácter, su amor, su bondad, su misericordia, su santidad, su paz, su autoridad y su poder.

2. Dios creó a la humanidad para llevar a cabo sus planes, sus propósitos y su voluntad en la Tierra.
Cuando Dios creó al hombre a su imagen, le dio también un libre albedrío, es decir, una voluntad con la habilidad de escoger y tomar decisiones y, por consiguiente, de tomar acción y cumplir con la voluntad de Dios en la Tierra.Dios creó al hombre con la libertad para funcionar en la Tierra y le dio derecho legal y autoridad para operar en ella. Dios estableció su voluntad aquí en la Tierra con la cooperación de la voluntad del hombre. Este propósito nunca cambió ni siquiera con la caída del hombre.

3. Dios hizo al hombre para señorear la Tierra.
Cuando en Génesis 1.26, Dios dice: “Y señoree”, le está dando la autoridad al hombre para que viva en la Tierra y la gobierne. También, le está dando el derecho legal para que tome dominio y autoridad.

Pastor Guillermo Maldonado

¿En qué creemos?


Para nosotros es muy importante darte a conocer nuestro credo, pues estamos convencidos que como el Cuerpo de Cristo debemos conocernos mejor.

La Biblia
Creemos que la Biblia es la palabra de Dios inspirada, infalible e inmutable desde Génesis hasta Apocalipsis. (2 Timoteo 3:16)

Un Dios en tres personas
Creemos en Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, y que los tres son uno. (1 Juan 5:7)

La deidad de Jesucristo
Creemos que Jesucristo es el Unigénito Hijo de Dios, nacido de una mujer virgen; que fue crucificado, murió y resucitó al tercer día; ascendió a los cielos y ahora está sentado a la diestra de Dios Padre. (Isaías 7:14, Lucas 1:30-35)

La Salvación
Creemos que la salvación se obtiene por medio del arrepentimiento y la confesión de pecados; es dada por gracia divina (no por obras) y se recibe por la fe en Cristo Jesús. Pues, Él es el único mediador entre Dios y los hombres. (Hechos 4:12)

La resurrección de los muertos y la vida eterna
 Creemos en la segunda venida de Cristo por su pueblo, que los muertos en Cristo resucitarán primero y los que estén vivos, serán arrebatados por Jesús, y que todos pasarán por el juicio de Dios. Los que estén inscritos en el libro de la vida resucitarán para vida eterna y los que no, para condenación eterna. (1 Tesalonicenses 4:13-17, Apocalipsis 20:11-15)

La santificación
Creemos en la santificación como una obra hecha instantáneamente en el espíritu, pero que, también, debe ser desarrollada progresivamente en el alma y en el cuerpo de un hijo de Dios. (Hebreos 12:14, Romanos 6:19-22)

El bautismo
 Creemos en el bautismo en el Cuerpo de Cristo, por el cual la persona acepta a Jesús, tiene un nuevo nacimiento y pasa a formar parte del cuerpo de Cristo y de su vida eterna.
Creemos en el bautismo en aguas como símbolo de identificación con la muerte (al pecado) y con la resurrección de Jesús para vida eterna. (Romanos 6:4)
Creemos en el bautismo con el Espíritu Santo con la evidencia de hablar en otras lenguas, y que, a través de este bautismo, se recibe el poder para ser testigo de Jesús a todo el mundo.  (Hechos 1:8, Hechos 2:4, Marcos 16:17)

La imposición de manos
Creemos que es una de las maneras de transmitir bendición, sanidad y poder de Dios de un ser humano a otro. (Hechos 8:15-20, 1 Timoteo 4:14, 2 Timoteo 1:6)

Los cinco ministerios
Creemos en los cinco ministerios de Efesios 4.11, como los dones dados por Dios al cuerpo de Cristo. (Efesios 4:11)

Los ministerios gubernamentales
 Creemos que el apóstol y el profeta son ministerios gubernamentales que establecen el fundamento y la doctrina bíblica de la iglesia. (Efesios 3:5)

El gobierno apostólico
Creemos en establecer el gobierno apostólico en la iglesia local con un apóstol como cabeza, un profeta como parte del gobierno, los ministros y los ancianos. (Efesios 4:11, Hechos 14:23)

El reino de Dios
Creemos en el reino de Dios como gobierno y en la persona de Jesús como Rey, como dos verdades absolutas y máximas.  (Hechos 8:12)


El poder sanador y liberador del Reino
 Creemos en el poder del Reino para sanar a los enfermos, echar fuera demonios y hacer milagros, maravillas, señales y prodigios. (Mateo 12:28)

La Fe
Creemos que sin fe es imposible vivir una vida agradable a Dios y que por ella se heredan las promesas. (Hebreos 11:6)

Predicar el evangelio
Creemos en expandir el evangelio del Reino de forma local, nacional y mundial, por todos los medios disponibles. (Mateo 24:14)

miércoles, 3 de febrero de 2010

¿QUIENES SOMOS?

IGLESIAS UNIDAS  POR LA CRUZ

Somos un grupo de Iglesias que tienen como objetivo: Exaltar el Nombre del Señor y Compartir un mensaje de esperanza y salvación.

También compartimos el mensaje que Jesús vienen pronto y viene por su amada iglesia.

Practicamos la comunión en nuestras iglesias locales, dando oportunidad a cada uno de los miembros a practicar la oración, intercesión, ayuno, vigilias que alimenten su ser interior para que día a día se vayan renovando conforme a la imagen de Cristo.

Te invitamos a ser parte de nuestra organización. Escríbenos a: levantatusmanos@gmail.com y recibe en tu correo nuestros boletines informativos y la forma en que puedes participar con nosotros.